Con tinta de color: DESPERDICIO

CON TINTA DE COLOR

Dicen que los colores influyen en casi todo aspecto de la vida, especialmente en nosotros, los seres humanos (e inhumanos). Entonces, a veces opto por escribir con lápiz de color*; como este: lila, color que me resulta especial. Por lo pronto, confirmo que lo “positivo” del color no comprende el resultado de la letra ni la claridad de ella. Mi letra, en este momento, es de tipo compulsivo, la “fea”, que yo llamo.

Me pregunto: con tinta bella y letra fea… ¿se puede escribir algo hermoso?

Tengo que convenir en que “hermoso” es un concepto subjetivo, y tal vez debiera decir: bien escrito. Puede ser. Eso dependerá de la mano y del divagar que se adueña de la mente. Por lo pronto, no hay concentración. Ya por la hora, o por la uña que me acabo de morder, o por la inutilidad que a veces le encuentro a esto de escribir. Porque el trazo es lento. Porque el pensamiento escapa a años luz de la caligrafía, y en el ir y venir de esa disociación se pierde lo medular: el sentimiento.

Pensé hace un par de días referirme a ello, pero la intención se perdió a la par del nombre inspirador. Ese que pareciera renacer de cuando en cuando con más o menos intensidad, pero…No llega. No cuaja. No encaja en parte alguna de mi cotidianidad. Co toda seguridad él está hecho para ser parte de lo incorpóreo, de lo no habido. Y en ello, quizás, radique todo su valor.

Él no llega. Síntesis. Y recuerdo un poema que escribí con el mismo nombre: La Espera -mismo título de uno de mis primeros relatos publicados en papel- y que le viene “como anillo al dedo” al “personaje”. Lo buscaré más tarde para completar esta divagación y compartirlo en el blog. Obviamente, el texto irá en negro: el tono del no nombrado no acepta otro color.

DESPERDICIO

¿Recuerdas cuando nos llamábamos 

sin palabras

cuando la caricia iba ligada a la ausencia de la forma?

¿Recuerdas el de antaño sol de invierno

…y la escarcha…

La escarcha trisándose dentro del pecho?

¿Recuerdas que entre tanto encuentro

desencuentro

por sobre todo hubo NADA? 

Hoy, cobardes rezagados

tendremos de una vez que asumir 

el desperdicio.

*Todo este post se escribió primeramente manuscrito en cuaderno, de allí la referencia al lápiz.

Amanda Espejo

Quilicura / Agosto - 2015