jueves, 21 de junio de 2012

CANCIÓN DE OTOÑO





Silba el otoño una canción de aliento frío
llevándose tras de sí
las prendas últimas de los árboles
de aquellos, los despojados de cada invierno.
Marañas desnudas se agitan al viento
en un gesto involuntario
de ellos,
los eternamente anclados
a la tierra de sus raíces  y al vaivén del elemento.

Besa el otoño con un roce suave de nostalgia
e imprime sobre mis labios
añoranzas tristes de un pasado
de aquellas, las sepultadas en la memoria,
que no se nombran pero persisten                
en un temblor escondido
de ésta,
la eternamente engrillada
al huerto de tus palabras y al capricho de tu acento.

Muere el otoño y con él muere la espera
de algún milagro extraviado
en los senderos del cielo.
De aquellos, que hacen pensar que la vida
puede tener un sentido
y algo más llamado “nuestro”.
De estos,
los por opción condenados
por los lamentos del alma y los sentidos del cuerpo...

...Nosotros, los por azar designados
a vivir no más que un intenso poema
y a morir, con el soplo de este invierno.





Amanda Espejo
Quilicura / Mayo / 2005