A propósito de AMORARIO,
de Marianela Puebla
No ha sido para nada
fácil la encomienda de presentar a Marianela Puebla, específicamente, su último
libro: AMORARIO. Atentan contra ello el exhaustivo prólogo de su interior, obra
de la escritora española Raquel Viejobueno y la esmerada reseña de Rocío L´amar
(escritora chilena). En ambos textos hay variadas apreciaciones literarias que
sin duda, han de simplificar y enriquecer el placer de leer este libro. Sin
embargo, siempre es valorable una nueva perspectiva, y hablar desde esa tribuna
es lo que pretendo hacer hoy día.
Gentileza de Patricio Fuentes Guerra |
“AMORARIO, Poemas de Amor y Desamor”: fue lo primero que leí al recibir
este libro en mis manos. De inmediato, a
la par de la sorpresa y contento de contemplar este nuevo logro de Marianela,
serpentearon, desde lo recóndito del recuerdo, anónimas voces escépticas que
más de alguna vez escuché exponer sus dudas y razones sobre el concepto de “lo
que debe ser” la poesía. Efectivamente – y aquí varios de ustedes, escritores,
lo han de haber vivido- suele haber un constante “reclamo social” hacia todos
quienes ligamos la creación poética al concepto clásico del amor. Fundamentos
nunca faltan; menos aún en los convulsionados tiempos que vivimos a nivel
mundial, donde el AMOR, en todas sus variantes, pareciera haber quedado
relegado a tercer, cuarto, o quinto puesto dentro de las prioridades de
nuestros estilos de vida, y en consecuencia, es cada vez más común el uso del
poema como grito o bandera de lucha.
-Valiente- fue lo primero que pensé-. Y honesta, fue la siguiente conclusión
surgida con el pasar de las hojas. Y es
que resulta imposible en este trabajo, sustraerse a la unión resultante entre
poeta y hablante: esta vez, ambas son (o se perciben) una sola: una indivisible
mujer enamorada, en la cual se entremezclan, con la sabiduría que otorga el oficio
de escribir, el romanticismo del AMOR y la generosidad del SER.
Precisamente
ese rasgo es el que caracteriza el hilo conductor de esta obra: la capacidad de
entregar sin condiciones, tan sólo el anhelo latente de que este canto obtenga respuesta.
Un ejemplo, parte del poema de la pág.
41 “Enciclopedia de Amor”:
“Un día tus labios se abrirán/ como
un poema/ y te recitaré con voces desconocidas/que recorrerán lentas y
dolorosas los contornos de tu boca.
Ese día haremos el amor/ en cada
sílaba/ en cada secreta palabra/ dibujada con ansiedad”.
Una capacidad de observar a toda prueba, de expresar, de
palpar, de mimetizarse, incluso, con elementos de la naturaleza, nos hacen ver
a esta poeta-hablante como un ser humano en todo su esplendor. Pasión, deseo,
ternura, nostalgia, tristeza y hasta dolor,
son manifestados de una forma femenina, limpia, fácil de asimilar, que nos invita a
hacernos parte de esta atmósfera intimista,
tibia y luminosa conque nos
regala cada poema.
¡Y qué regalo resulta de aquello! Dejarse acariciar por la
melodía escrita y los sugerentes colores de las metáforas que se van
desgranando de su lectura, son sin duda, momentos de valiosa pausa: un
verdadero oasis emocional dentro del convulsionado ritmo que conlleva nuestra
obligada rutina diaria. Obviamente, es innegable que somos seres humanos:
hombres y mujeres opinantes y actuantes,
arte y parte de nuestra
sociedad, y que el estar al tanto de nuestra evolución (o de lo contrario) es
un claramente, un deber; sin embargo…qué placentero resulta embarcarse en
viajes como el que nos propone este AMORARIO y, de ese modo, recuperar la fe en
nuestro capacidad de AMAR.
Coherentemente
con lo expuesto, no puedo dejar de decir: gracias, Marianela Puebla.
Amanda Espejo
Muchas gracias amiga Amandita por estar allí, ese momento tan importante para la presentación de mi poemario, un gran abrazo de Marianela.
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