PRIMERO DE NOVIEMBRE
Algo pasa.
Un “algo” que oprime el pecho se
avienta desde los muros.
Hay tantos nombres en la casa a
pesar de estar vacía…
Algo me llama (y es tiempo)
Te digo: aguarda...
deja que suba la cuerda como en cuento
de habichuelas,
deja que llegue a lo alto en pos
de tu nombre (madre)
deja que tire la pequeña cerca blanca,
la que demarca tu Cielo incierto.
Deja que siga tu estela hollando
la brizna verde,
deja que corra por ella hasta llegar
a la acequia
esa, que nos separa, una por
cada orilla.
Entonces, madre, saltaremos al
unísono
alocadamente, una contra otra
hasta encontrar el punto de coincidencia,
mismo que por la Vida nos fue
negado.
Y allí estaremos: regazo y cría,
sin otro idioma que el anhelado,
el sin palabras
el sin “perdón”, el sin “disculpa”.
Nada más en la mente que
contemplarte,
imaginando, el resto…¡ fue un
sueño!
del que nada rescato, excepto, los
escasos juegos en la plaza
donde tu danzabas, al viento plisada
falda
y yo, pequeño cogollito de
organdí
mirándote, era feliz.
Amanda Espejo
Quilicura / 30 octubre - 2015
Amanda :acabo de leer tu poema 1 de noviembre y me emocionó sobremanera. Me trajo el recuerdo de mi madre. Me encantó la imagen: “yo, repollito de organdí”, ¡notable!
ResponderEliminar