A modo de introducción:
Cuando nos propusimos embarcarnos en esta antología de voces femeninas,
contrariamente a lo que se pudiese pensar,
no nos guió ningún sentimiento de exclusión, ni menos, revanchista.
Simplemente, esto obedece a la necesidad imperiosa de fluir que brota,
inagotablemente, del alma de una mujer y a lo comprometidas que nos
sentimos con ello.
De distintos perspectivas, edades, creencias, razas y currículo
literario, todas concluimos en un punto común: la necesidad de expresarnos, de
reconocer en el acto nuestra propia
interioridad, y con ello servir de reflejo y eco a miles de voces que se
identificarán con nuestra palabra.
Certeramente lo
propone el Dr. Rafael Echeverría* cuando expresa: “Somos, a través del lenguaje”, y este manifiesto se hace más
patente que nunca cuando de mujeres se trata. ¿No nos han dicho siempre que
somos “demasiado” habladoras, que no callamos nunca? Bien, aunque parezca
sólo una crítica de género, sin duda deja entrever la urgencia que sentimos por
ser, o mejor dicho, SER con mayúscula, ya no sometidas ni evaluadas
por maestros que, a pesar de todo el conocimiento que pudiesen tener sobre el
arte de la escritura, no pueden percibir el delicado prisma que proviene de
nuestra esencia.
Hay algo de
hartazgo de nuestra parte -a pesar de
los avances que ha logrado la literatura escrita por mujeres- hacia esa ironía
solapada que tilda de “literatura de
mujer” a lo que escribimos. Literatura es, a saber, un solo concepto.
Si el resultado ha sido escrito
por hombres o mujeres, da lo mismo: no afecta su valía antes de la lectura. Su
el producto está enfocado a hombres o a
mujeres, tampoco hace menoscabo en este,
menos aún si se vende en mayor o menor cantidad en el mercado. Hartas estamos de que se reproche el llegar
a bets seller sólo a las autoras
femeninas. Si lo logra un hombre, se debe a
que “este sabe mucho de sicología
y mercado y enfocó bien su esfuerzo”; si lo hace una mujer, es “porque escribe puras simplezas, dedicadas a
las simples mentes de sus
congéneres”.
¿Es que no se
puede prescindir del virus competitivo y denigratorio entre quienes firmamos como poetas y/o escritores?
Difícil –casi imposible- ha de ser cambiar la mentalidad atrofiada por
la mala costumbre de siglos, pero no es
momento de desperdiciar esfuerzos en una lid que, para nosotras, no tiene
valor. El “ahora” es “hacer”. Y es lo que emprendimos
gozosamente: un compendio de voces de mujer las cuales “bordamos”
primorosamente en las páginas de esta entrega y en cada una de sus portadas.
Diversas todas ellas, tal como su
contenido y la visión estética de quien
las hizo. Diversas también han de ser las reacciones de quienes aprecien este
trabajo, que no podía haber tenido una manufactura mejor que las manos de otras
mujeres.
Atención, hombres
y mujeres, ciudadanos/as del mundo:
libres de toda parafernalia, aquí estamos.
Amanda Espejo
Coeditora Calafate Cartonera
(Esta opinión no refleja, necesariamente, el pensamiento de las demás integrantes)
*Rafael Echeverría, autor de La Ontología del
Lenguaje, tesis que trata de explicar al ser humano como un ser intrínsecamente
lingüístico.
(Dolmen
Ediciones, 1994).
ResponderEliminarLas portadas están bellísimas, te felicito... Creo que son muy luminosas y originales. Admiro tu capacidad y paciencia para escribir e ilustrar.
Saludos Amandita por la tenacidad en sacar esta antología con todo tu esfuerzo y en contra de cualquier vicisitud que sabemos, aparecen en el camino. Saludos cariñosos y felicidades por este logro.
ResponderEliminarGracias mil, Marianela; ahora me enfocaré en tu cuento para hacer un solo viaje. Valoro mucho tu confianza y solidaridad en cuanto a estas aventuras "locas" que me da por acometer.
EliminarUn abrazo!
Amanda.
ResponderEliminarMuchas felicitaciones por tu gran obra , me encantó
las imágenes son geniales, de gran contenido visual,y colorido,
de verdad y lo digo desde mi corazón una hermosa muestra viniendo
de ti y quienes te acompañaron..
bravo bravo bravo.
con gran afecto.
Gladys.
Mi querida Amanda, gracias por tanta generosidad, es un libro precioso, que merece estar dentro de los primeros lugares de la artesanía chilena, el estar hecho a mano, tiene ya un valor incalculable, la portada, el contenido, toda la edición es de primera. De mi parte te viviré infinitamente agradecida, y siempre le daré gracias a ese SER TODO PODEROSO, por haberte conocido, por tenerte cerca de mi..GRACIAS AMIGA MÍA.
ResponderEliminarUn abrazo enorme, tanto que te quite la respiración.
tu amiga de siempre
SOCORRO CARRANCO