Podría ser no sé tal vez...
que tu destino fuera el norte, que mi caminar, el sur
y ahí, en el preciso momento en que crucemos el centro,
nos dé por alzar el rostro y sin ningún prejuicio: VERNOS.
Pudiera ser quizás no sé...
que al retornar del camino después de reconocernos,
hagamos parar el tiempo y borremos nuestras huellas,
para que nadie comparta la noche de duerme-velas.
Y podría ser no sé tal vez...
que al final de tus historias (después de los cuentos míos)
me diera yo la confianza de enseñarte mis poemas,
desvestirlos gajo a gajo de alegrías y de penas.
Y si fuera así quizás no sé...
que en el fondo de mis palabras encontraras tu reflejo...
¡Todo tendría sentido!
Ese temblor de tu alma
este empacho de suspiros,
lo distinto y semejante
lo presente
lo vivido.
Amanda Espejo
Quilicura / 2004
Hermoso como tu persona hermanita de las letras. Bendiciones para tì.
ResponderEliminarCuando la palabra brota del alma es sublime, cuando brota del corazón es puro sentimiento, cuando brota del cuerpo, semillas esparce en campo fértil. Carlos Hall.
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