jueves, 21 de febrero de 2019

Poema MISMA ESQUINA








Cuando quieren hablar de ti

les grito…

¡Que te dejen tranquila!,

que descansas en paz.

Y que se limpien la boca antes de nombrarte.



Que te amaban, dicen…

¡Qué de amor por entre dientes!

¿Y el encierro?

¿Y el desprecio?

¿Y el olvido?



Piedad.

Alguien robe de sus mentes el sonido de tu nombre.



Noche. No hay luna.

El cinismo desborda entre las cruces

y se persignan los ángeles ante tanta hipocresía.

Largas lenguas reptan los senderos del camposanto,

bajo la tierra, entre crujir de huesos

se percibe la letanía: “falso, falso, falso…”

Falso es cuanto sale de sus bocas.

Falso es el credo conque golpean sus pechos.



Mientras,

encogida, misma esquina

nada arranca las espinas de este triste corazón.





Amanda Espejo 

Quilicura, febrero - 2019

miércoles, 20 de febrero de 2019

Poema INFAME






Hace ya unas treinta lunas, te pensé y lo dije: infame.

Desde entonces, cada año tiro una piedra al pozo

(sistemática porfía)

por desprenderme de ti.

Cúmulos de dura roca te sepultan bajo el agua.

Lisa está mi mano, alba mi palma

libres mis dedos de cada letra que te nombra.

Triste, cansada memoria se niega a redibujar tu cara.

Aun así, cruel ameba

buscas la forma de reproducirte dentro de mí.

¿No te bastó nuestra historia?

“Para muestra, un botón”

Entre miles sonidos de la Tierra

a todo su largo y ancho, alguna vez desearía

rencontrar el timbre de tu voz.

No por las viejas palabras

no el susurro

no la dulzura

(ni el quejido)

sino, para exigirte, infame

prontamente te marches de mis sueños.

Deja de colarte bajo el párpado.

Deja sin andar mis ambiguos senderos,

íntimos vericuetos que no llevan a lado alguno.

Inconsciente, ¿qué pretendes?

¡Está guitarra está rota!

Cada una de sus cuerdas enredóse en mi cabello

Con cada dolor, cada angustia, cada corte

centímetro a centímetro, fue quedando en el camino.

Si lo pienso                       entonces

inexplicable resulta encontrarte a la hora de las ánimas

cuando la voluntad pierde su esencia

cuando la ira dormita a la luz de media vela

cuando tu roce, intangible (e infame)

enciende súbitas alarmas de miedo

y al aire pesa…pesa…se espesa

mientras el deseo boquea, agonizante

condenado pez, retorciéndose,

sobre las arenas de una playa de un mundo sin nombre.







Amanda Espejo 

Quilicura, febrero - 2019




lunes, 4 de febrero de 2019

Poema OLAS SOBRE EL PAPEL





Que te suelte, dicen, que te deje ir

que afloje mis dedos del fino hilo que te contiene

mas no lo saben, no

que no es seda sino alambre, engarzado

al contorno terco de mi muñeca.

Tú lo tiras, yo lo suelto.

Te devuelves, me arrepiento.

Que te suelte, madre

que te devuelva tu propia corona de espinas.

¿ En qué hombros la cargarías?

Eres tan débil, tan etérea…

No soportas ni una hoja en tu blanquecino cabello.

Menos, tus manos ondulantes

mecidas al viento quedo…

Menos, tus pies entumecidos

llagados tras un ciclo de desvarío.

Que te suelte, que te deje partir

¡Qué desatino!

Desde el sueño primogénito, tú siempre partiste.

Te fuiste. Volviste la espalda dejándome atrás.

Me nombraste perdida mucho antes que me extraviara.

¡Pobre de ti!

¡Ay, de quien no tema el peso de la sangre!

Que te suelte dices…

Me lo susurras de tanto en tanto en noche sin luna

¡Ay, ingrata!...

¡Si eres tú quien no acaba de cortar el hilo de mi escritura!

Mira como caracoleas sobre la superficie alba…

Mírame, obsesiva

silenciosa ola… ¡Ay, si danzaras conmigo!

¿Acaso no te conmueve la multiplicación de tus peces?



Y si ya te has ido… ¿Por qué te quedas?





Amanda Espejo 

Quilicura, enero- 2019