Fuese distinto ahora, me digo. Y es claro.
Tan cierto como los huevos que
bato para el menú.
Tus nietos no pasan hambre
¿sabes?
No escarban cajones por el pan
de cada día.
No lloran de noche para repetir
un té
Son otros tiempos te digo.
Y si no te hubieses ido madre…
Si no
tu cuerpo de niebla…
Si no tus gritos, sino el canto…
Si no la fuga de tu paso furtivo…
Si no la espina si no la llaga si no el castigo
yo estuviese peinando tu helecho
fino.
Por un momento ¡piensa lo que sería!
Tal como el cuento que la Vida
no te leyó.
Una y otra juntas ya en la
hora del sosiego
en repliegues de tristeza en explosiones de gozo.
Dos más dos son cuatro.
Cuatro manos en la cocina fabricando
amor.
Pica y repica, parte y reparte
sin trabas.
Que no te midas, madre, que aquello ya fue.
Que no te acuerdes, olvida que yo también lo olvidé.
Sólo recuerdo tu nombre y lo
musito suave
a través de esta añoranza eterna lo que sería si tú
Si tú no te hubieses ido.
Amanda Espejo
Quilicura / Septiembre - 2015